Antonio Canova
Escultor italiano
Antonio Canova nació el 1 de noviembre de 1757 en Possagno, Alto Véneto.
Hijo de Pietro Canova, que falleció cuando él tenía tres años. Tuvo un hermano del nuevo matrimonio de su madre, el abad Giovanni Battista Sartori, que se convertiría en su secretario y albacea.
Se crió en el seno de una familia de picapedreros. Su abuelo, un aficionado a la escultura, fue quien comenzó a despertar su afición artística.
El senador Giovanni Falier fue su protector y el que pagó sus estudios en el obrador de Giuseppe Bernardi, il Torritti, en Pagnano di Asolo, con quien trabajó en el taller de Santa Marina, en Venecia. Recibió clases de la Academia y frecuentó el taller del escultor Antonio d'Este hasta que en 1772 su grupo Los luchadores obtuvo un segundo premio académico.
Al año siguiente, un Orfeo y Eurídice, encargado por su protector Falier, fue expuesto en la plaza de San Marcos, donde fue contemplada por un miembro de la familia Grimaldi, que le encargó una réplica (Ermitage de San Petersburgo).
En sus visitas a Roma conoció el arte clásico y, después de instalarse en esta ciudad en 1781, fomentó la recuperación de los estilos romano y griego antiguos.
Sus obras, como las tumbas del papa Clemente XIV (que comenzó en 1784, iglesia de los Santos Apóstoles, Roma) y la del papa Clemente XIII (que comenzó en 1787, San Pedro, Roma), y su Perseo (1801, Museo Metropolitano de Arte, Nueva York), le dieron el reconocimiento de ser el escultor neoclásico más importante de la época.
Recibió encargos de Napoleón, como el de la famosa Paulina Bonaparte Borghese y Venus (1805-1807, Galería Borghese, Roma). Tras la caída de Napoleón, fue enviado por el papa a París para recuperar los tesoros artísticos arrebatados al patrimonio italiano, por lo que recibió el título de marqués de Ischia.
Antonio Canova falleció en su casa de Possagno el 13 de octubre de 1822. Después de su muerte, su cuerpo fue trasladado a la Basílica dei Frari en Venecia, donde fue enterrado. Sin embargo, su corazón se encuentra en un monumento aparte en la iglesia de Possagno, cumpliendo así un deseo póstumo.